En los últimos años ha habido un auge por el uso de la tecnología moderna en la agricultura: Drones, tractores autónomos, imágenes satelitales, aplicaciones móviles, GPS, Big Data, Mapas de suelos, mapas de rendimiento de cultivos, entre otras, que han llevado a plantear lo que se ha denominado «Agricultura de precision».
De ese término, se han derivado otros hoy en día muy de moda, tales como el riego de precisión, la horticultura de precisión, la avicultura de precisión, la ganadería de precisión, por sólo nombrar unos pocos. Sin embargo, hay una verdadera falta de información acerca de lo que es la agricultura de precision, de cuáles son sus potenciales beneficios, el papel que podría desempeñar en el futuro de la agricultura, pero sobre todo, de cuales son las limitaciones y los requisitos que deben existir para que sus planteamientos sean exitosos, fundamentalmente en los pequeños agricultores.
Es bien sabido que la producción agrícola a nivel mundial depende, precisamente, de pequeñas explotaciones agrícolas, esas fincas que aún no logran ingresar de lleno en la agricultura moderna. Muchas de éstas fincas, aún realizan prácticas agrícolas ineficientes y ambientalmente insostenibles; en muchas no se usan fertilizantes; en la mayoría no se llevan registros; en un gran porcentaje de las mismas no se tienen análisis de suelos y tampoco se aprovechan las ventajas de la evolución de la genética, porque algunas todavía usan su propia semilla en los procesos productivos.
En fin, en muchas explotaciones agrícolas de los países en desarrollo, parece que ni siquiera ha llegado completamente la «revolución verde», pero ya tienen otra nueva «revolución» en puerta. ¿Qué les depara a estos pequeños agricultores con la llegada y expansión de la agricultura de precisión? ¿Cómo pueden adquirir y adoptar esta «nueva» ola de prácticas que, al parecer, depende de tecnologías altamente costosas?.
La evidencia de los programas de intervención, capacitación y/o extensión ha demostrado que algunos cambios relativamente pequeños en las fincas «tradicionales» (tanto en sus prácticas agrícolas como en la gestión empresarial) pueden mejorar sustancialmente la productividad y la rentabilidad. De eso estamos conscientes en «Agricultura de Precisión para el Desarrollo» y es precisamente lo que queremos aprovechar.
Sin embargo, ofrecer a todos los agricultores por igual, información y asesoramiento acerca de prácticas agrícola, sin detenerse a analizar la forma en que pudieran ser adoptadas, tiene una eficacia limitada debido a la variación en las condiciones locales y las características de los agricultores.
Algunos medios parecen olvidar que no pueden tratarse por igual a los productores agrícolas de los países desarrollados y aquellos que viven en los países en desarrollo. Las realidades, son totalmente distintas.
En los países desarrollados, las tecnologías de agricultura de precisión están transformando la producción agrícola, al permitir a sus agricultores hacer mejor uso de los insumos y optimizar las decisiones de gestión: No puede negarse ese hecho. En esas condiciones, es posible recuperar las inversiones necesarias para adentrarse en esta «nueva» agricultura. En los países en desarrollo, por el contrario, la mayoría de las tecnologías de agricultura de precision están fuera del alcance de la gran masa de productores agrícolas y pecuarios. Pero también hay grandes oportunidades en estos desarrollos tecnológicos que no deben perderse de vista.
Si se combinan esas tecnologías con una mejor difusión de la información, estamos conscientes de que podríamos mejorar la capacidad de adopción de la agricultura de precision.
En ese sentido, el equipo de «Agricultura de Precisión para el Desarrollo» pretende aprovechar estas innovaciones en tecnología e investigación para mejorar las oportunidades de éxito de los pequeños agricultores. La idea, es tomar las ideas de la agricultura de precisión en los países desarrollados y adaptarla a las necesidades y limitaciones de los agricultores de los países en desarrollo.