Al igual que la producción de cultivos, la economía de la producción animal presenta pequeños márgenes de beneficio. Esto hace que el crecimiento, el desarrollo, la reproducción y el bienestar de cada animal sean de vital importancia para una empresa rentable. Las tecnologías actuales permiten a los productores monitorear el consumo de alimento animal individual, el movimiento del corral de engorda, la temperatura, la cojera, la producción de leche, la composición y calidad de la carne y el aumento de peso, a menudo sin ninguna intervención o presencia humana.
Con base en varias características de la leche de vaca, también es posible estimar la probabilidad de celo o enfermedad. Con las preocupaciones ambientales que rodean las grandes operaciones de alimentación, el monitoreo frecuente o continuo del aire y el agua también se está volviendo importante. Esto implica no solo la recopilación de datos, sino también el análisis de datos y posibles modelos de dispersión de partículas o modelos hidrológicos.
Si bien el etiquetado de animales ha sido un lugar común durante décadas, ahora es posible colocar etiquetas electrónicas que pueden medir y registrar la condición de los animales, como la temperatura o la frecuencia cardíaca. La temperatura elevada puede indicar el inicio del estro o una posible enfermedad. Las etiquetas electrónicas también se pueden utilizar con fines de identificación y marketing.
Se han desarrollado o propuesto muchos sistemas de alimentación, medición y seguimiento para aplicaciones acuícolas. Las inversiones en el cuidado y la alimentación de los animales durante el curso de la vida productiva de cada animal son significativas. Las nuevas herramientas y tecnologías pueden ayudar a los productores a obtener un retorno de esa inversión.