Agricultura de precisión y sostenibilidad

UNA MIRADA A LA CAJA DE HERRAMIENTAS DE PROTECCIÓN DE CULTIVOS

Tecnología en el Campo
12 febrero, 2017

La protección de los cultivos tiene una larga historia: los primeros productores fueron los egipcios que, por primera vez, utilizaron espantapájaros hace unos 5000 años. Desde entonces, las técnicas fueron mejorando pero aún hoy se sigue trabajando arduamente para brindar mejores soluciones frente a este desafío. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se pierde hasta un 40% de las cosechas del mundo debido a los ataques de insectos, malezas y enfermedades.

Los productores de hoy tienen una gran variedad de herramientas para proteger sus cultivos de las distintas amenazas. Algunas de ellas se utilizan desde hace siglos, otras son modernas y novedosas. La clave es la eficacia de cada una y la manera en que son utilizadas para lograr mejores resultados.

En la actualidad, se combinan la ciencia de los datos, la tecnología de precisión y los productos para la protección de cultivos de última generación con las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) que cuidan los suelos y el medio ambiente. Esta sinergia conduce a una protección más eficaz cuyo resultado final es un cultivo, un suelo y un planeta más saludable.

UN SIGLO DE PROTECCIÓN DE CULTIVOS
A lo largo de la historia de la agricultura, cada nueva ola de innovación en protección de cultivos permitió a los productores ser más eficientes.

La labranza redujo la necesidad del desmalezamiento manual. Los productos para la protección de cultivos redujeron la necesidad de labranza. Las semillas genéticamente modificadas minimizaron la necesidad de pesticidas. El análisis de datos, combinado con técnicas de plantación y pulverización de precisión, ha hecho que los productores sean aún más eficientes, al ayudarlos a cultivar con menor impacto ambiental.

En la actualidad, los productores cuentan con una caja de herramientas que ofrece una gran variedad de técnicas que, al combinarlas, brindan una protección precisa y eficiente. Pero no siempre fue así.

A lo largo de la historia, las herramientas fueron evolucionando y los métodos ‒ que antes requerían de mayor tiempo y esfuerzo físico ‒ se volvieron más eficaces.

HACE 5-10 AÑOS
Sin análisis de datos y equipos de precisión, los productores se veían obligados a confiar en un enfoque único y la aplicación de productos para la protección de cultivos no era tan exacta: se colocaba la misma cantidad de producto a todo el cultivo. Además, sin drones o imágenes satelitales, debían explorar sus cultivos a simple vista y a pie, lo que significaba un gasto mayor de energía y de tiempo.

HACE 30 AÑOS
Sin la capacidad de utilizar semillas genéticamente modificadas, los productores dependían ‒ en gran medida ‒ de productos químicos cuando combatían insectos y enfermedades.

HACE 60 AÑOS
Sin la capacidad de utilizar productos para la protección de cultivos, los productores utilizaban la labranza o quitaban la maleza con métodos manuales.

HACE 90 AÑOS
Las semillas híbridas resistentes a enfermedades o plagas, eran muy difíciles de encontrar. Las principales herramientas disponibles durante este período fueron: labranza, rotación de cultivos y desmalezamiento manual.

HACE 120 AÑOS
No existían híbridos disponibles ni productos para la protección de cultivos. No había tecnología de precisión ni análisis de datos. Las opciones de arado eran extremadamente caras y para hacerlo, se requería del mantenimiento de animales que proporcionaban la energía. En este período de la historia, la agricultura era asombrosamente difícil: demandaba largas jornadas de trabajo y un intenso esfuerzo físico. La mayoría de los campos estaban basados en la subsistencia; tenían una variedad de cultivos y cuidaban ganado con el fin de alimentar a sus familias. Los excedentes de cultivos eran poco comunes mientras que la pobreza y la enfermedad no tenían límites.

Hoy los productores tienen una amplia gama de opciones disponibles para poder tomar las mejores decisiones. Estas incluyen no sólo métodos de protección de cultivos, sino también herramientas digitales, tecnología de precisión y datos históricos. La agricultura ha evolucionado con el tiempo para poder reducir el impacto en el medio ambiente, lo que ayuda a devolverle lo suyo al planeta.